Dos buenas voces y una guitarra solvente abordaran una aventura atractiva y sugerente. El año pasado Ana Brenes y Laura Marchal cantaron a capela,   “a palo seco” en el decir de los flamencos,  los poemas feministas que José Luis Ortiz Nuevo alumbró desde la métrica flamenca con el título “En mi Cuerpo mando yo”. Fue un ejercicio enjuto y brillante, ajustado a las condiciones que imponía la situación, darle el protagonismo al texto, al poemario en este caso.  Ahora se trata de ensanchar musicalmente la experiencia, de convertirlo en  un concierto y no en un concierto cualquiera. El reto que se proponen es singular. hacer un recital continuo, sin interrupciones, dinámico en definitiva, poco frecuente en el flamenco. La guitarra se encargará de encadenar los cantes sin dañar la métrica tan singular del flamenco enlazando  los diferebntes estilos que interpreten las cantaoras con transiciones ajustadas, y las voces para darle riqueza al cantre se complementaran y a veces se doblaran.